De tus ojos verdes renace
la incontenible llama del amor,
la noche húmeda y el dormido bajel
de mis sueños.
La noche es clara cuando me dices
que me amas... cuando te sientas a mi
lado
y no hay reproches ni besos negados.
Cálices de fuego hay en tus yemas
cuando me acaricias gimiendo
en el incontinente paréntesis
de tu mirada.
Vibran las olas en tu cintura
cuando duermes en el mar
de mis ansias...
compendio de nostalgias
embriaguez nocturna, atardecido
suspiro
grabado en mi aterido silencio.
Amor !
Cuando mires el ocaso besando
los pies de la playa,
me recordarás mudo en el viejo árbol
de la esquina
exento de lágrimas... llovido de amor.
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