La idea de llevar “City of Angels” a la pantalla viene de 1988 exactamente. Pero este film no es completamente original, Win Wenders rodó “Wings of Desire”, que obtuvo buena crítica y tras ver esto, la productora Dwan Steel, obtuvo los derechos para adaptarla.

Una joven doctora, Meg Ryan, racional y muy profesional, pierde un paciente en la mesa de operaciones. A su lado, y sin que ella lo sepa, un angel, Nicolas Cage, la observa y admira. Esta es la historia de dos seres: un ángel sin pasado y sin futuro concreto, que no sabe lo que es sentir el tacto o el sabor de una pera, y una cardióloga racional, que se resiste a entender que los ángeles existen, aunque sólo sea por no admitir la existencia de algo superior y no pragmático.

Tanto Seth, como Maggie, se enamoran el uno del otro y en cierto modo cada uno de ellos renuncia a algo suyo. Seth a su condición de ángel y ella a su racional conocimiento de la realidad. Juntos comienzan a vivir una nueva existencia y a compartir el amor que los une.

La idea de la que parte la película es el amor, aunque sea uno tan extraño como este. Los productores vieron una gran historia de amor. El productor Charles Roven nos comenta: “Por un lado está una doctora, que es todo pruebas y hechos empíricos, y sin embargo se enamora de un ángel. Por otro lado, tenemos un ángel, alguien que ha vivido durante miles de años en los reinos celestiales, que se ve sacudido de su perfecta existencia por una mujer imperfecta. Para él, sacrificar la inmortalidad y el sentimiento constante de calma espiritual, significa recorrer una larga distancia antes de consumar el romance. Y para ella permitirse creer en Seth es un enorme salto. Sin embargo sus emociones les guían el uno hacia el otro sin importar lo que hagan”.

Aunque a todos los efectos “City of Angels” pueda parecer una pastelosa película de amor, no lo es, es más bien, un viaje a la sensibilidad del espectador, pero sin llegar a cansar. Es una historia bonita y diferente a cerca de cómo sienten el amor cada uno de los personajes, a su manera por supuesto.

Otro aspecto a tener en cuenta es la religiosidad de la película, ya que tocar el tema de los ángeles es hablar de Dios al fin y al cabo.