miércoles, 8 de junio de 2011

JOSSELIN, PUEBLO DE CUENTO EN LA BRETAÑA FRANCESA



En el corazón de la Bretaña francesa se suceden muchos pequeños pueblos de cuento, tal como los imaginamos: sus callecitas, su castillo, puentes que cruzan un pacífico río, casas de ventanas floridas. Uno de ellos es Josselin, y tuve la suerte de conocerlo hace unos años.
Aprovechando los canales navegables del interior bretón, podemos acercarnos a Josselin desde el río en algunas de las barcas que hacen recorridos por la zona. El canal de Nantes a Brest pasa a los pies del Castillo. En este caso, me quedé con las ganas de probar esta forma ya que llegué por carretera atravesando otros pintorescos pueblos y lugares.
El pequeño Josselin reúne hoy a poco mas de 2.000 habitantes, que se multiplican cada día con un goteo incesante de turistas que no llegan a perturbar la vida tranquila del pueblo. La plaza de Notre-Dame, o de la Basílica es el lugar de encuentro. Allí se ubican los principales bares y restaurantes en los bajos de magníficos edificios.
Esta arquitectura que tanto rodea la Basílica de Notre Dame como se interna en las callecitas adyacentes, es muy atractiva con sus frentes decorados con vigas, ventanas pequeñas siempre con flores y altos tejados. La mayoría están allí desde los siglos XVI y XVII, y algunas muestran el paso de los años con magnífica elegancia.
Frente a la Basílica se encuentra su plaza, en la parte posterior del templo se abre otra plaza, ya mas moderna con los servicios actuales: parking, bancos y el edificio del Ayuntamiento. Sin embargo, poca es la modernidad que veamos en las calles en si. La tradición de construir casas de hasta 3 alturas, con tejados de teja o pizarra y sus frentes tradicionales se ha sabido mantener, afortunadamente.


La Basílica de Notre Dame du Roncier se comenzó a construir en el siglo XIII. Mas de 3 siglos después terminó de tomar forma por lo que veremos marcas de diversos estilos. En su interior se combina un ambiente románico, con vidrerías de un gótico incipiente. Se encuentran aquí enterrados algunos personajes nobles de la época como Olivier de Clisson y su esposa. Si pasais por Josselin, no dejeis de subir los escalones de la torre del campanario para regalaros con unas vistas maravillosas del pueblo, el río, el castillo y demás.
A escasos metros se encuentra el río Oust, una pacífica vía que agrega otro toque de cuento ya que parece especialmente dibujada para crear un paisaje perfecto. Las casas que dan al río mantienen unos jardines llenos de flores, las calles y pequeñas terrazas te aseguran un paisaje ideal para un alto en el camino (café y crêpe de rigor, por supuesto).


Detrás del Puente de Sainte Croix, se levanta la figura del Castillo de Josselin o de Rohan, construido en el siglo XV y que fue bastión en numerosas batallas entre los Duques de Rohan, de Rennes y sus vecinos. Impresionan sus 3 torres sobre el río, que sobreviven al conjunto original que incluía 8 torres similares y una gran Torre del Homenaje derribada en el siglo XVII.
El castillo puede visitarse en parte porque sigue habitado por el actual Duque Josselin de Rohan, senador de Francia. En realidad es mas impresionante por fuera que lo que puede verse en su interior. También alberga un Museo de muñecas..
Finalizado el paseo por las calles medievales de Josselin, seguiremos nuestro camino con la sensación de haber pisado uno de esos paisajes típicos de postal.

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